Raquel se despide recomendándonos El hombre duplicado de José Saramago.
Y Andrea habla de las víctimas del terrorismo, pero, ¿qué terrorismo? ¡Andrea! ¿Empezarás por aquí la próxima temporada?
Muchísimas gracias por habernos acompañado en esta aventura, aunque esperamos que el reencuentro sea antes de lo que creéis.
Os dejamos la última lista musical de la temporada:
- La molinera - Corquiéu
- La revolución - Alborosie
- Las mil calorías - Martirio
- Lucas 44:48 - El columpio asesino
- I love it - Icona Pop
Y aquí el podcast y el editorial:
Ya
nadie cree las verdades de los grandes medios de comunicación, los periodistas
de la objetividad se retratan cada día más como vulgares cronistas del poder,
la existencia de dos mundos paralelos es cada vez más evidente, y la gente no
necesita más que sus propios medios para acceder a la información; a la
verdadera información.
La
gente de la calle demanda el altavoz de la calle y no la de un gran grupo
empresarial y es en ese contexto en el que toman fuerza los llamados medios
libres de comunicación. Y es ahí, precisamente donde estamos nosotros.
Hoy,
último programa de Navajazos por un
chándal, preguntémonos, ¿hemos cumplido como programa la labor social y
comunitaria que la calle nos demandaba?
Cada
semana, al ponerme a trabajar en un nuevo programa esta pregunta cruzaba mi
cabeza. El trabajo de las cinco personas que de este programa participamos,
¿está mereciendo la pena? A veces, es difícil hacer una valoración real de
hasta dónde estás llegando; ¿estamos respondiendo nosotros a las demandas y necesidades
de la gente? ¿o al final somos humo? Entretenimiento que entretiene a unos
pocos pero que no pasa de ahí…
A
veces se hace difícil avanzar cuando ni tú tienes claro si los que están al
otro lado te dan la importancia que en principio reclaman para ti o simplemente
te ven sumergido en un juego de niños… ¿Saben? Desde aquí a veces tenemos la
sensación de que ustedes, los que reclaman para nosotros un lugar en la
comunicación y transmisión de información, nunca nos dejarán llegar a la
posición de poder donde están los malvados comunicadores a los que todavía no
han desterrado y sospecho, en muchos casos, no desterrarán.
Creímos
y creemos que la calle demanda herramientas de pensamiento crítico, demanda
otros contenidos, demanda el cambio, profundo, concienzudo, estructural; y
nosotros quisimos aportar nuestro granito de arena, porque también demandamos
todo eso. No hemos querido, ni queremos deslumbrar a nadie, venimos de y vamos
al mismo lugar que vosotros; y si sus medios nos hablan de la importancia de la
alta velocidad para el desarrollo de nuestra economía, nosotros seremos la voz
que les desdiga denunciando la supresión y subida de precios de otros tantos
trenes regionales, o los que daremos voz a los huelguistas en una huelga
general, o los que ante la detención de unos jóvenes estudiantes no nos
limitaremos a repetir lo que dicen las fuentes policiales.
Quiero
decir que ha sido un placer compartir todo este tiempo con vosotros. Que si
cumplimos las expectativas nos llenamos de orgullo y si no, trabajaremos para
mejorarlo en lo venidero. Pero sobre todo, quiero decir, que los unos sin los
otros no tenemos sentido y que esto es un trabajo conjunto entre vosotros que
escucháis, y nosotros que comunicamos. Así pues, si en el otro lado tenéis ganas,
seguiremos trabajando.
Virginia Hernández